Bunny Lake is Missing

Si hay algo que me gusta en esta vida de porquería es ver películas viejas, cualquiera de Hitchcock, o alguna que salga Cary Grant o Joan Crawford (mis actores preferidos por excelencia), si son en blanco y negro mejor, si no pasan de los años 60' ya voy corriendo a por el helado, el pochoclo (palomitas) y la coca y si además son en versión original mi euforia me hace morir del gusto.

Ayer por la noche me topé con una obra maestra llamada "Bunny Lake is Missing" (El misterio de Bunny Lake en unos paises, Bunny Lake ha desaparecido en otros o El Rapto de Bunny Lake en España, como prefieran, hay para todos los gustos) del gran Otto Preminger.


Trata de Ann (Carol Lynley), una americana recién mudada a Londres con su hija (Bunny) y su hermano (Keir Dullea).
Ann no encuentra a ningún maestro o responsable en el primer día de colegio de la niña y decide dejarla con la cocinera hasta que vuelvan los profesores. Cuando Ann va a recoger a Bunny de 4 años a la escuela, nadie sabe nada, nadie la vió y ha desaparecido.
Inmediatamente ella y su hermano llaman a la policía y la buscan desesperadamente hasta que la policía empieza a dudar de la existencia de la niña, acusando a la madre de inventarse todo y tener problemas psiquiátricos.

¿Os suena la historia verdad? claro, eso es porque fue burdamente copiada en Flightplan (Plan de vuelo), esa en la que Jodie Foster pierde a su hija en un avión y nadie la cree. Pues si señores, otro tongo más a lista, encima mal logrado.

Lo mejor de toda la película son las constantes críticas a la sociedad de entonces, como cuando por ejemplo, Ann es interrogada por el policía (genial el actor Laurence Oliver haciendo del investigador) y ella se preocupa por si tendrá problemas para que busquen a la niña por ser ella madre soltera, como si eso fuese un delito o algo propio de prostitutas en la época, dando por hecho que si eres madre tienes que tener marido.

Toda la película es inquietante, con esa potente frialdad de los Trillers psicológicos y te sumerje en esa continua "irrealidad" que vive la protagonista y que se acrecienta a lo largo de la película.
Claro, que habiendo visto antes la patochada de Plan de vuelo uno no deja de creer a la madre. Pero sin ver nada de eso llegas a dudar, (bahh, yo nunca dudé ni siquiera de Jodie Foster, pero bueno...)

Otra de las cosas destacables es una escena en un bar en donde sale la noticia por televisión de la desaparición de la niña y el camarero cambia de canal y pone un video de los Zombies, buena la escena con doble sentido, una porque los Zombies son geniales y que bueno que salieran, y dos por esa desesperación al ver la poca importancia que le damos a las cosas y a las personas, cuando Ann ve como cambian de canal se pone a llorar, y obvio yo le hubiera roto la nariz al camarero.


La luz, los encuadres y algunos detalles son dignos de ver. Escenas escalofriantes, de esas que solo este tipo de peliculas dejan, como en esta foto de arriba, en una tienda de reparación de muñecas, en la que tiene que encontrar la muñeca que llevó de la niña para presentarla como prueba de que existe.

El hermano frío y calculador pero afable y cariñoso con la hermana es la mejor interpretación, secretos oscuros, verdades intimidantes y continuas irrealidades se viven en esta genial obra que recomiendo a todo el mundo.

Ahora la están pasando por Retro, si alguien lo tiene ya sabe, una buena forma de provechar el tiempo, entregandose al más oscuro e inquietante film de Otto Preminger.