Llámame tonta, pero en el último minuto del partido España - Alemania lloré. Sí, claro, lloré de emoción, pero también porque yo no estaba disfrutando eso en mi país.
Llámame tonta, pero la última vez que ví Orgullo y Prejucio (y la ví por décima vez) lloré como una madalena, porque aunque Jane Austen no tuvo suerte nos dió la esperanza a los demás.
Llámame tonta, pero cuándo recibo un meil de alguien a quién le gusta mi música me emociono, porque si llego aunque sea a una persona, habrá valido la pena.
Llámame tonta, pero el otro día me compré un vestido con una capa a juego tan barato que casi lloro. Felicidad.
Llámame tonta, pero cuándo después de un día de frío y calle vuelvo a casa, estoy tan cansada que a veces lloro.
No te dije, es que yo lloro mucho, también me río mucho, pero eso te lo cuento otro día.
Llámame tonta, pero escuchar a Louis Armstrong por la noche me transporta al séptimo cielo, y sí, cuándo escucho Moon River lloro.
Yo en realidad siempre quise a un hombre que supiera bailar jazz conmigo mientras se fuma un puro y me canta al oído.
4 comentarios:
Que lindo el jazz!
que lindo!
Le recomiendo Thelonius si no lo conoce
Me ha parecido un texto muy tierno escrito por una persona muy sensible y nada tonta. Yo también lloro muchas veces y me he sentido identificada.
Un beso!!
Moon River, gran tema, escuchate la versión de Morrissey, dura 9 minutos pero vale la pena.
Besos!
Tonta!....(dijiste que te lamara tonta:"llámame tonta...", broma)
Que buen post Cloe. Me gusta la gente sensible porque VIVE! y no se esconde nada...yo soy igual. Y cierto que es bacan y emocionante cuando encuentran bueno lo que haces? a mi me pasa cuando me dicen que mi pintura o dibujo les gustó y les transmitió algo...
Me encanta llorar: por dolor, por rabia, por una canción que me gusta o por una actuación que me conmueve...
Y lo de Moon River me gusta la versión de desayuno en tiffanys cantada por Audrey Hepburn.
Abrazos!
Publicar un comentario