Volando voy

El 20 de junio vuelo hacia España, y sí, tengo un miedo al avión que te cagas, si a eso le sumas que voy en un avión igual al que estrelló el otro día y por la misma ruta, mi miedo se incrementa elevándose al infinito. Ya sé que el avión es el medio de transporte más seguro y que en la carretera mueren más personas y blablabla, pero me chupa un huevo, yo tengo miedo igual.
Tampoco puedo ir drogada porque tengo que cuidar a mi hijo, así que es aún peor, porque si no, me tomo dos lorazepanes, una botella de ron y ala, a viajar con viento fresco.

Otro de los inconvenientes es el no poder entretenerme tooodo el viaje con música, películas, revistas, libros etc, por la misma razón, mi hijo. "Que te sientes, que te estés quieto, que no corras, que te pongas el cinturón, que ahora no podemos levantarnos, que mires el cuento, que esto, que lo otro...." en fin, una mierda.

El último viaje que hice fue la peor experiencia de mi vida, mi hijo tenía casi un año y viajó medio resfriado, con mocos (como el 90% de los niños), ¿que pasó? que al despegar los mocos se le subieron al oído y le provocó una otitis de la puta madre. Estuvo todo el vuelo, pero TODO, las 13 o 14 horas de viaje llorando, llorando sin parar, gritando, con fiebre, con dolor.
Las azafatas venían cada 2 minutos para ver si podían ayudar en algo, "pobrecito" decían, pero en realidad pensaban ("me cago en el puto niño que viaje nos está dando").
La gente se acercaba desde ambas puntas del avión para ver que pasaba, parecíamos una atracción circense aérea. "¿Y si pruebas con esto?" "¿Y si pruebas con aquello?" "¿No le pasará esto otro?"......
-"pero andaros todos a cagar!!" decía yo.

Lo juro, cuando llegué a España estaba tan hecha pelota que todo me daba vueltas y me puse a llorar cuando vi a mi abuelo, lo abracé como cuando era pequeña y no tenía consuelo, fue como ver a dios.

Este año el niño ya es más mayor, ya se entretiene más, pero sigue siendo un niño que se cansa a los 5 minutos de estar sentado en un mismo lugar, por más libros, juegos y cosas que lleve.
Le voy a enchufar unas gotas antiestamínicas de esas que duermen a un mamut y listo (sí, tranquilos, están recetadas).

Espero que todo salga bien, en realidad me asusta más que a mi hijo le pase lo mismo de la otra vez que un accidente aéreo.
Eso sí, lo que no va a pasar es que mi abuelo esté ahí para hacerme feliz, eso es lo que más me jode.