El Elefante de Gus

Hace mucho que no hablo de cine, es una de esas cosas que me encanta hacer pero nunca encuentro el momento adecuado, bien, ahora es ese momento.
Hacía como mil millones de años que quería ver Elephant, y anoche por fin, gracias a Isat (¡bendito Isat!) la vi, pero antes de empezar por la película, empecemos por el director.


A Gus Van Sant o lo amas o lo odias, o te duermes con sus películas, o te da un ataque de nerviosismo paranóico o quieres dar a repeat y ver todo otra vez.
He de decir que Psycho fue la más grande poronga hecha en el cine, pero tiene otras que son obras maestras y esta es una de ellas.

La película está basada en la matanza del instituto Columbine, de EEUU, por dos estudiantes que irrumpieron armados hasta los dientes y matando a profesores y alumnos (y todo bicho viviente que hubiera ahí).

La película es fría, constante, sobria, contada solo desde una mente extremadamente retorcida, casi minimalista, pero es una de las mejores cosas que he visto en los últimos tiempos.
Está contada desde las vidas de algunos alumnos (uno que se salvó) y desde la de los propios asesinos, y todas ellas se van entrelazando en tiempo y espacio hasta llegar al final.
Pero el que quiera ver este film que no vaya esperando la típica "basada en hechos reales" o algo hecho a lo Steven Spielberg o Clin Eastwood con su Mistic River, que vayan preparados para la cosa más rara jamás contada y si no que no la vean.

Los planos, a veces interminables se mezclan con pasillos de instituto inacabables y silencios infinitos, de vez en cuando un "Hola, ¿cómo va?" de parte de algún alumno o charlas de química en una clase, o de sexualidad en otra, pero que Gus no os engañe, eso es solo para "distraer" (tal vez la única distracción), como esa cotidianidad intocable antes de la catástrofe.
Entre plano y plano el Für Elise de Beethoven se entremezcla, como esa calma antes de la ecatombe, como la plácidez cuando llega la muerte, y se nos ponen los pelos de punta al ver tocar esa pieza tan sensiblemente bella a uno de los dos asesinos en su casa, y acto seguido, descorchar una escopeta recortada que le llega por correo, y planeando todo con el mayor escrúpulo.

Llega un momento que terminamos por conocer todo el instituto.

El toda la película no hay explicaciones del por qué, no hay apego alguno a ningún personaje, porque lo que Gus van Sant quiere es ser realista, hacernos ver esto como si ese día nosotros hubieramos estado ahí, desconocidos, ausentes pero presentes. Digamos que no hay mucha distancia entre lo que la cámara nos muestra y lo que realmente hay. Y el resultado para mi es un excelente.