El otro día me puse a pensar en los profesores que tuve a lo largo de mi vida. Fui a tres colegios distintos por lo que la cosa fue variada, pero siempre, SIEMPRE, había algún cabrón/cabrona dispuesto a cagarme la existencia.
No sé porqué me pasaba esto, pero me ha ocurrido a lo largo de toda mi vida estudiantil, vaya usted a saber, envidia, hijoputez, rencor, traumas...
Primer colegio (infancia) PRIMARIA:
Y (llamémosla Y): Una resentida de la vida que por desgracia tuve dos años como tutora, no me dejaba opinar, mis respuestas no servían, todo lo que hacía estaba mal (aunque estuviera bien), me miraba con ojos de odio cuándo el resto de la clase estaban haciéndo ejercicios en silencio y le molestaba terriblemente oirme reír.
Rescato dos anécdotas;
*Una vez me trajeron un lapiz de Cuba con una especie de escobita en el otro extremo (supuestamente para barrer los cachos de goma), a Y le molestó tanto que yo usara ese lápiz (y que dijera con orgullo y cariño que mis tíos me lo habían traido de Cuba) que me lo quitó y delante de todos lo rompió y depués se lo quedó ella.
*En otra ocasión teníamos un exámen de flauta (cosa en la que yo me destacaba), yo sabía mejor que nadie la canción, incluso ayudé a muchos de mis compañeros a aprenderla pero cuándo llegó la hora de tocar delante de ella no pude hacerlo, le tenía pavor, terror, me sudaban las manos y me lloraban los ojos (a poco más y me meo encima) no podía controlar mi miedo hacia ella. Me puso un cero y entonces ocurrió algo que todavía hoy lo recuerdo y me emociono. Todos mis compañeros uno por uno se levantaron y protestaron diciéndo que yo era la que mejor lo hacía y que no era justo. Finalmente esto me dió valor, volví a tocar y por cojones tuvo que ponerme un diez.
Piluca: (Y de esta digo su nombre real porque me sale de los huevos) Esta no solo era una resentida, era una hija de puta importante, muestra de ello es que no solo tenía problemas conmigo, los tenía con más gente, pero eso sí, conmigo con la que más. Era profesora de inglés y casualmente la tuve los mismos dos años que tuve a Y como tutora (imaginate que dos años de terror). Me insultaba, me humillaba, utilizaba cualquier escusa para ponerme una falta o un cero, no me dejaba ni pestañear.
Durante estos dos años yo tenía problemas para dormir, no quería ir al colegio y vomitaba en el baño antes de las clases.
Finalmente mi abuela (no te metas con mi abuela que te come vivo), mi tía y mi madre fueron en manada al colegio para hablar con con Piluca y con Y. Mi abuela les debió de decir algo del tipo de ella ("como me volváis a traumar así a la niña cacho guarras os juro que vengo y os doy de hostias") mi tía otro tanto y mi madre parecido. No recuerdo mucho esto puesto que yo no estaba presente, solo sé que las dejaron suavecitas. De todas maneras siguieron jodiéndome y suspendiéndome injustamente, hasta que pasé a 5° de primaria y mi suerte cambió.
Segundo colegio (pre-adolescencia) SECUNDARIA (de 1° a 2°):
Pero mi suerte no duraría mucho. Me cambiaron a un colegio de curas dominicos (sí, yo tampoco sé como pasó) El primer año estuvo bien, de hecho mi tutor (el padre Sanábria) era muy bueno y sacaba muy buenas notas. Pero en segundo llegó E.
E: Un profesor de música frustrado al que le molestaba mi presencia, solo bastaba con eso, verme. Sus clases de música eran LO aburrido, el tipo ni se preocupaba por saber que instrumentos o gustos nos interesaban, solo era solfeo, solfeo y más solfeo. A mi me gustaba tocar el piano que había en la iglesia (el padre Sanabria me dejaba siempre), pero este cholulo ni sabía que yo tocaba el piano. Lo único que me dijo un día fue "no quiero verte más en mis clases. Para mí no existes. Eres una persona que jámas llegará a entender nada de lo que digo ni a entender la música" LITERAL. Lo que hizo entonces fue no dejarme entrar más a sus clases, en ese horario yo estaba obligada a ir a la clase de al lado y pasar la hora de pie cara a la pared. Así durante todo un año.
Rescato la mejor anécdota de mi vida;
Años depués, estaba yo en el conservatorio de mi ciudad (que quedaba al lado de mi instituto de entonces) ensayando una de mis canciones (Frost que está ahora en mi disco) en la sala de actos, en el gran piano de cola que tienen allí. E daba clases allí también y casualmente pasó por la sala cuándo yo tocaba, se quedó allí escuchando, cuándo termine (ni le había visto) me sorprendí al verlo. Él no me reconoció y me felicitó por mi manera de tocar y me preguntó de quién era esa canción. Cuándo pude salir de mi asombro me levanté de la banqueta y le dije "Se llama Frost y es mía....ahh y por cierto ¿no te acuerdas de mí? yo iba a los dominicos y me hechaste de tus clases porque según tú nunca sabría nada de música".
Su cara en ese momento fue para mi archivo cerebral y ahí sigue. Me levanté y me fui.
Instituto (adolescencia) SECUNDARIA:
Tengo que decirlo, ir a este instituto es lo mejor que me pasó en la vida. La mayoría de los profesores resultaron ser lo mejor que conocí y les tengo mucho cariño, pero como siempre, en mi sino, tenía que aparecer una manzanita podrida, esta era G junto con una ex-monja de la que no recuerdo el nombre.
G: ¿Viste esas mujeres falsas y envidiosas que frente a ti son lo más y cuándo te das la vuelta te escupen? Bueno, así era G. No sé porqué pero la señora conmigo no era del todo mala, incluso me alogiaba, pero después me enteraba de que en otras clases de otros cursos hablaba de mí y de muy mala manera. También me enteré de que hablaba mal de mí a los padres de algunos alumnos en las reuniones. Claro que a la pobre señora esto le salió como el culo, no contaba con que a mi me conocía casi todo el instituto y me llevaba bien con todos, depués me lo contaban a mí. Ni si quiera le guardo rencor, más que nada porque el resto de los profesores me daban tanto apoyo que ni me importaba lo que me hiciera esta señora.
Ex-M: Una profesora de Física y Química que ni si quiera me dió clase, solo me tomó un exámen para una recuperación (de la cual dependía mi graduado escolar) La muy puta decía que había copiado el exámen porque estaba "demasiado bien hecho" (demasiado bien hecho para ser tan tonta, seguro que pensaba la cerda). Le pedí que me lo hiciera oral, me lo hizo, se lo dije tal y como lo escribí, tuvo que cagarse en su mala hostia y aprobarme.
En conclusión, soy muy feliz, pese a todos los que me han intentado hacer la vida imposible, y para los que intenten seguir haciéndomela: CHUPÁDME BIEN EL CULO.