La gente de aquí no sabe lo que es el calor (salvo por ahí algunos sureños, pero ni eso), están con 25°-30° sin nada de humedad y se derriten. Yo estoy como si nada, a veces hasta tengo frío si sopla el viento.
"Estás loca, si hace un calor horrible" me dicen.
"¿Horrible??!!, por favor, vete a Buenos Aires en enero y haz el recorrido del 105 desde la terminal hasta el centro una hora y media (a veces dos) a las tres de la tarde, eso si es un fucking calor del infierno." les digo. O si no, al subte (fucking cazuela, te sientes como un huevo cocido) o al tren con puertas abiertas y chapas ardientes (fucking horno).
Aquí en realidad nada, te subes al tren y tienes frío de lo alto que está el aire acondicionado, en el autobús lo mismo y en el metro igual. No se enteran, (no me enteraba hace años) igual, de todas formas, tengo que reconocer que aunque para el resto de la humanidad sea mejor así, yo estoy mejor en el clima porteño (así me cague viva de calor), no me duele nada.
Todavía no he salido de mi casa (por mi ciudad), he llegado y me he puesto mala, así que me tocará estar una semanita en cuarentena. Todavía tengo que fijar las fechas de los conciertos, ¡¡Ahhhh fuck, fuck, fuck, cerveza con limón, café de la casa, Malibú, Disaronno, Rabas y tortilla de patata, pero no puedo fumar!!!! (que a nadie se le ocurra comentar algo del tipo "mejor, así te cuidas" o "mejor, el tabaco mata" o "mejor, eso es muy malo" porque lo ahostio y le mando a Barbara Streisand para que lo termine de rematar).
De nuevo mil gracias a Leggiere y a su blog Odio la música por dedicarme un posteo inesperado, toda una sorpresa! NOTA
Perdón mis malas pulgas, pero esque hasta ellas tienen gripe.
Paz, amor y miel con limón!